El viento



Ahora sé porque me tocó gritar aquel texto -"Los aires de marzo vuelan sobre naranjos doblados de luz"- tan chorreado y cursi cuando debuté en teatro.
-Brujísima.


Los días parecen transcurrir tranquilos y espabilados. Como ya es cuaresma todo parece estar sumido en la mesura que el viento nos susurra. A mis ojos siempre ha sido así: Una quietud inquietante.

Dice mi abuela que es porque los días están volviéndose tristes, por eso el viento sopla sin hacer ruido, y parece que tiene mucha razón. El viento rodea el espacio, pasa ante mis ojos, me toca la piel pero no alcanzo a oírle. Percibo algo perverso en ello. Perverso pero precioso.

Las mañanas frescas con un sol esplendoroso. Mi jardín regala un arco iris de bugambilias y las rosas aún no son chamuscadas por el calor, no así la azalea que empieza a ponerse triste por el viento fuerte.

En resumidas cuentas que el jardín se pone bello y yo me siento muy bien los días previos al equinoccio de primavera, porque el viento anda intensamente manso y mi rock suena más fuerte dentro de mi.



1 comentarios:

dehg dijo...

Ya se está llendo bien rápido el año! Por aca los días se estan volviendo alegres, he estado trabjando muchas cosas en mí :)

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