Miradas



Me doy cuenta que las miradas que se cruzan en este blog están separadas por esta fina capa de lenguaje que ha ocasionado que las entradas se acomoden una sobre la otra de manera curva como si fueran pinceladas equívocas. La trampa es buscar en la expresión de los ojos un sentido que represente una verdad. Las miradas se desplazan como si caminaran sobre un criptograma. El secreto es que no hay secreto: sólo vemos lo que le pasa al oído cuando lee y al ojo cuando escucha. El delirio de la reflexión cuestiona toda prosa que pudiera describir el intercambio de ideas entre dos personas. Lo que estamos viendo es la perdida de nosotras mismas, eso que somos en este momento y que mañana y pasado ya no seremos. Al ver; perdemos. ¿Quién nos mira? es la pregunta que flota en la superficie de nuestra realidad sobre estas palabras. Estoy segura que si respondiéramos a todas nuestras inquietudes tendríamos frente a nosotros una enciclopedia de ausencias. Nos miramos. Estamos aquí para no estar en falta. La reunión es hacer que los signos funcionen de otra manera. Otro mundo se insinúa en nuestras miradas calladas. Las miradas se desvinculan, ya no es posible reflejar la verdad sobre el sentido, porque la verdad está agujereando el sentido mismo. No podemos decir qué es esto que tenemos entre manos, sólo podemos decir cómo está hecho. Nuestras personas devienen espacios recorridos, devienen experiencias, nómadas de situaciones. No podemos evitar que la temporalidad se interponga en nuestra realidad de escritoras ausentes, sin cuerpo, sólo palabras, trazos que son nuestros minutos y al final nuestro mundo. Nuestros pensamientos son caligrafías que tienden a separarse y sólo es posible unirnos si hay voluntad, en esa voluntad está la musicalidad de lo cotidiano y para ello no existen palabras, porque las palabras debilitan los encuentros, los inscriben en la historia como se escriben las leyes de los hombres. 

1 comentarios:

B West dijo...

no podemos ser otras que nosotras mismas y estas miradas no pueden ser más que ser y ahí el punto de partida.

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